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lunes, 8 de septiembre de 2008

Cuarenta días por la Vida - Día 20




Día 20: 07-Sep-08



"La Familia: escuela insustituible del amor y la esperanza."


MONSEÑOR EMILIO BERLIE, ARZOBISPO DE YUCATÁN




Hoy queremos traerles un artículo del Padre Tom Euteneuer, presidente de Vida Humana Internacional que nos hace ver cómo el aborto es sin duda la obra maestra del demonio, pues viola cada uno de los mandamientos de la Ley de Dios.
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El Aborto: Obra Maestra del Demonio

Hace un tiempo visité el centro de abortos de Leroy Cahart en Omaha, Nebraska, EEUU, donde se practican abortos "por nacimiento parcial". Pude ver, incómodamente, un lugar totalmente repulsivo y lleno de maldad humana. Solamente con mirar el dilapidado centro para reparación de vehículos convertido en una fábrica para matar bebés, y la suciedad en toda el área, no pude menos que pensar que el mal del aborto degrada todo lo que toca.


El aborto no es solamente una plaga social; es también una negación espiritual del plan de Dios para la felicidad y el bienestar del ser humano. Cuando Dios dice "¡sí!" a la vida y la fertilidad, el demonio grita un rotundo "¡no!"


El poder espiritual del aborto consiste en su perfecta violación de todos los mandamientos de Dios.


En primer lugar, la mayoría de los abortos son pecados contra el sexto y el noveno mandamientos (adulterio, fornicación y lujuria).


Ciertamente, el aborto es un pecado contra el quinto mandamiento, que prohíbe el homicidio directo.


De la misma manera, viola también el tercer mandamiento, porque la inmensa mayoría de los bebés mueren por aborto los sábados, que son días de mayor actividad comercial de los centros de abortos. (El sábado es, tradicionalmente, el día de observancia judía, que fue trasladado al domingo por la Iglesia Católica luego de la resurrección de Cristo.)


El aborto constituye también un revés del cuarto mandamiento, pues el padre y la madre "deshonran" al niño de la manera más espantosa, maldicen la santidad de Dios en su segundo mandamiento, que se manifiesta en Su única criatura hecha "a Su imagen y semejanza" (Génesis 1:27).


Por ser una falsa religión, el aborto constituye una violación del primer mandamiento que prohíbe la veneración de deidad alguna fuera de Dios.


No cabe duda de que esta "religión" se sostiene a base de un sistema altamente sofisticado de falsedades y engaños, que llevan a la mujer a acudir al centro de abortos, todo lo cual viola también el octavo mandamiento: "No levantarás falso testimonio".


Más aún, el aborto nos roba, a nivel personal y nacional, de nuestras esperanzas para el futuro, cimentado en nuestros bebés, rechazando así el séptimo mandamiento: "No robarás". Todos aquellos que estudian el asunto de la inmigración, deben recordar que la presencia de más de 40 millones de inmigrantes hispanos en EEUU, ha llenado el vacío dejado por la destrucción de 47 millones de nuestros propios niños por medio del aborto. Esa destrucción ha ocurrido a partir de la decisión judicial a favor del aborto, llamada "Roe v Wade", que el Tribunal Supremo de EEUU emitió el 22 de enero de 1973. Aquel dicho "la naturaleza aborrece un vacío" tiene tanta verdad en los asuntos de la demografía, como en los de la física.


Finalmente, el décimo mandamiento, que prohíbe codiciar los bienes del prójimo, trata sobre el pecado capital de la avaricia, que es precisamente lo que motiva a los aborteros. En ocasiones se oye a los aborteros decir que odian el aborto, pero ellos aman el dinero que hay detrás de ello.


El aborto es como una gran vorágine espiritual que hala a las personas hacia el interior de sí misma, y hasta la Iglesia también podría verse comprometida por este mal. La mayoría de los pecados enumerados son pecados de comisión. Pero los pecados de la Iglesia son pecados de omisión inspirados por el aborto – lo cual se ve en el terrible silencio de los sacerdotes sobre este tema, de los líderes políticos 'católicos' herejes que apoyan el aborto, de la fácil justificación del aborto por educadores católicos, de la falta de verticalidad moral del personal médico católico en cuanto a los anticonceptivos abortifacientes, de la esterilización, y la lista continúa.


Todo lo que he señalado tiene el propósito de informarles de que el aborto es una fuerza espiritual que rechaza el plan de Dios para el amor, la vida y la familia. El aborto no solamente destruye los cuerpos, pues también destruye las almas; y esto, tomando en cuenta la eternidad, es la gran obra maestra del demonio.


Thomas Euteneuer - Presidente de Vida Humana Internacional


Sobre el mismo tema del aborto, queremos también compartir con ustedes el documento que emitió la Conferencia Episcopal Estadounidense en respuesta a las declaraciones de la congresista demócrata Nancy Pelosi, quien integra el grupo de los llamados "católicos pro-opción", es decir, abortistas. La señora Pelosi, enarbolando su condición de seudo-católica, pretendió en un programa de la cadena NBC justificar el aborto afirmando que la Iglesia católica había cambiado sus enseñanzas sobre el aborto pues antes no lo condenaba. Aparte de los obispos, diez miembros de la Cámara de Representantes le enviaron una carta pidiéndole rectificar públicamente su tergiversación de las enseñanzas católicas.

La Iglesia enseña lo mismo sobre el aborto desde el primer siglo


Quienes dicen que la posición de la Iglesia contra el aborto es solo reciente deberían estudiar el catecismo:


2271- Desde el siglo primero, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado. Esta enseñanza no ha cambiado; permanece invariable. El aborto directo, es decir, querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral.


No matarás el embrión mediante el aborto, no darás muerte al recién nacido. (Didajé, 2, 2; Bernabé, ep. 19, 5; Epístola a Diogneto 5, 5; Tertuliano, apol. 9).


Dios, Señor de la vida, ha confiado a los hombres la excelsa misión de conservar la vida, misión que deben cumplir de modo digno del hombre. Por consiguiente, se ha de proteger la vida con el máximo cuidado desde la concepción; tanto el aborto como el infanticidio son crímenes abominables (GS 51, 3).


En efecto, la Iglesia católica desde el principio ha enseñado que el 5to Mandamiento prohíbe matar a un inocente. El Didache , el primer catecismo escrito (70AD), especifica el aborto entre los pecados contra el 5to mandamiento:


«no matarás »: «Dos caminos hay, uno de la vida y otro de la muerte; pero grande es la diferencia que hay entre estos caminos... Segundo mandamiento de la doctrina: No matarás... no matarás al hijo en el seno de su madre, ni quitarás la vida al recién nacido... Mas el camino de la muerte es éste:... que no se compadecen del pobre, no sufren por el atribulado, no conocen a su Criador, matadores de sus hijos, corruptores de la imagen de Dios; los que rechazan al necesitado, oprimen al atribulado, abogados de los ricos, jueces injustos de los pobres, pecadores en todo. ¡Ojalá os veáis libres, hijos, de todos estos pecados! ». (Didache 2:1–2 [A.D. 70]).


Tertuliano, Padre de la Iglesia, siglo II: "El asesinato, estando una ves y para siempre prohibido, no permite destruir ni siquiera el feto en el vientre... Obstaculizar un nacimiento es meramente una forma mas rápida de matar; no importa si tomas una vida nacida o destruyes una que va a nacer. Ese es un hombre que va a ser; tienes la fruta ya en la semilla" (Apología 9:8 [A.D.197]).


Durante la Edad Media, teorías inadecuadas de embriología llevaron a algunos teólogos a especular que quizás una vida humana capaz de recibir un alma inmortal no existía hasta unas semanas de comenzado el embarazo. Estas teorías llevaron a la ley canónica a hacer distinción entre las penalidades por abortos al principio o mas tarde en el embarazo. Sin embargo, la enseñanza moral de la Iglesia nunca justificó ni permitió el aborto en ningún momento del desarrollo. Ver: ¿Aceptó Sto. Tomás el aborto?


Estas teorías biológicas erradas quedaron obsoletas hace mas de 150 años, cuando los científicos descubrieron que el nuevo individuo humano comienza a existir en el momento de la fertilización. Es la ciencia la que demuestra que la vida humana comienza en la concepción (fertilización) Ver: Cuando comienza la vida humana.


Si sabemos que la vida humana comienza en la concepción (dato científico) y si reconocemos que esa vida humana merece ser respetada como toda persona humana, entonces podemos entender la enseñanza católica a favor de la vida y contra el aborto.


En el libro titulado Aborto: El Desarrollo de la Perspectiva Católica Romana (Loyola, 1977), que es una de las obras más importantes sobre este tema, el jesuita John Connery concluye su estudio con estas palabras:


"La tradición cristiana, desde los primeros días, revela una firme actitud contra el aborto... La condenación del aborto no dependió y no estaba limitada de ninguna manera a las teorías referentes al comienzo de la animación fetal. Aun durante los muchos siglos en que la práctica penal y penitencial de la Iglesia se basaba en la teoría de la animación retrasada, esto nunca afectó la condenación del aborto. Cualquiera que fuese la posición que se tomara sobre el comienzo de la animación, o sobre cuando el feto es un ser humano en el sentido estricto del término, se consideraba el aborto como un mal desde el momento de la concepción y el momento de la animación nunca se veía como una línea moral divisoria entre lo que se puede o no permitir.


Para ponerlo en las palabras más directas del gran teólogo luterano, el pastor Dietrich Bonhoeffer:


"La destrucción del embrión en el vientre de la madre es una violación del derecho a vivir que Dios ha dado a esta vida naciente. Presentar la pregunta que si ya estamos aquí frente a un ser humano o no es simplemente confundir el tema. El hecho es simplemente que Dios ciertamente tuvo la intención de crear un ser humano y que este ser humano naciente ha sido intencionalmente privado de su vida. Y esto no es otra cosa sino asesinato"


Desde los tiempos apostólicos la tradición cristiana ha sostenido abrumadoramente que el aborto es gravemente maléfico. Al carecer de conocimientos modernos de medicina, algunos de los primeros Padres decían que el aborto era homicidio; otros, que era equivalente a homicidio; y varios eruditos teorizaron sobre cuando y como los no nacidos son animados o reciben el alma. Pero ninguno disminuyó el mal específico que es el aborto por ser un ataque a la vida misma, y la Iglesia de los primeros siglos asoció estrechamente el aborto con infanticidio. En breve, desde el principio, la comunidad creyente cristiana sostuvo que el aborto era un mal grave.


Por supuesto, nosotros sabemos con certeza biológica exactamente cuando comienza la vida humana. Por eso las excusas religiosas a favor del aborto y el llamado "derecho a escoger" no son mas que eso- excusas que rompen radicalmente con la creencia histórica cristiana y católica.


El aborto mata una vida humana no nacida y en desarrollo. Siempre es un mal grave, como lo son las evasiones que se emplean para justificarlo. Los católicos excusan (el aborto) -sean famosos o no- solo se engañan a si mismos y abusan de la fidelidad de los católicos que buscan sinceramente seguir el Evangelio y vivir su fe católica.


El deber de la Iglesia y otras comunidades religiosas es dar testimonio moral. El deber del estado y sus oficiales es servir el bien común, el cual siempre esta enraizado en la verdad moral. Un entendimiento apropiado de la "separación de la Iglesia y el estado" no implica separar la fe de la vida política. Pero, por supuesto, siempre es importante saber lo que nuestra fe realmente enseña.


Traducción del Padre Jordi Rivero


Finalmente, queridos amigos, en esta semana que empieza no olvidemos de mantener en nuestras oraciones la intención de defensa de la familia, no sólo como célula básica de la sociedad, sino como don de Dios. El proyecto de incorporar en las constituciones políticas de los Estados la unión civil de parejas del mismo sexo como equivalente al matrimonio de un varón y una mujer, no es otra cosa que el intento de destruir el concepto de familia como tal. Es parte del mismo paquete de cultura de la muerte que pretende socavar las raíces cristianas de nuestros países, y que ofende gravemente a Dios. Recordemos que la homosexualidad y el lesbianismo consentidos son pecados que atentan directamente contra el plan de Dios de unidad del hombre con la mujer y que hacen imposible alcanzar el cielo, de acuerdo a las Sagradas Escrituras:


¿No sabéis que los injustos no heredaran el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que yacen con varones (sodomitas), ni los ladrones, ni los avaros ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. I Cor. 6, 9-10

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Reflexión

Cristo ha vencido a la muerte, triunfando sobre ella.

Intención del día

Oremos por los hombres y mujeres de nuestro tiempo, para que comprendamos la presencia de Cristo resucitado y resucitador en el Sacramento del Matrimonio.





ORACIÓN POR LA VIDA


OH María, aurora del mundo nuevo,

Madre de los vivientes,

a Ti confiamos la causa de la vida:

mira Madre el número inmenso de niños a quienes se impide nacer,

de pobres a quienes se hace difícil vivir,

de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,

de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.

Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y amor

a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.

Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,

la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia

y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,

para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,

la civilización de la verdad y del amor,

para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida.


Amén


Juan Pablo


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